
El house, es un género vibrante de música electrónica de baile, nació en Chicago, Estados Unidos, alrededor de 1981. Rápidamente ganó popularidad entre las discotecas frecuentadas por el público afroamericano y latino en la década de los ochenta, extendiéndose luego a Nueva York y Detroit. Su llegada a Europa marcó el inicio de su estatus de fenómeno masivo, ejerciendo una influencia significativa en la música pop y en la escena de la música de baile a partir de mediados de los noventa.
Un género puramente electrónico y pionero del dance y el techno, se caracteriza por su patrón rítmico four-on-the-floor. Este estilo musical destaca por su profundo y marcado golpe de bombo, aunque sus melodías alegres lo diferencian del techno, haciéndolo menos intenso.
A pesar de ser un género poco comercial y de gran intensidad, su estructura no sigue siempre un orden convencional, a menudo consistiendo en una repetición constante de principio a fin. Se nutre de influencias del electro, hi-NRG y la electrónica, así como de las variantes más soul y funk de la música disco, incorporando numerosos elementos de este último pero con una tendencia hacia lo electrónico y lo minimalista y se caracteriza por replicar la percusión del disco, destacando el uso de un marcado golpe de bombo en cada compás.
No solo eso, sino que también se enriquece con líneas de bajo sintetizadas, baterías electrónicas, muestras de electro funk y pop, así como vocales realzadas con efectos de reverb o delay. Este estilo de música de baile es rápido, con tempos que suelen variar entre 120 y 135 BPM. A su base rítmica y línea de bajo se le agregan frecuentemente sonidos electrónicos y muestras de géneros diversos como el electro, hi-NRG, soul, synthpop, disco, funk, jazz y dub. Además, las pistas de house a menudo presentan vocales que recuerdan a los géneros disco, soul o góspel.
Los remixes de house suelen caracterizarse por sus loops de cuerdas repetitivos y sincopados, que oscilan entre 5 y 7 acordes dentro de un compás de cuatro tiempos. El techno, surgido en paralelo al house, comparte esta estructura, pero se distingue por evitar la sonoridad de la música en vivo y los sonidos explícitamente afroamericanos o latinos, prefiriendo sonidos más sintéticos. El house también se ha visto influenciado por el ritmo slam y ha ganado popularidad en lugares como Ibiza, Miami y Europa del Este. Un rasgo distintivo del house es su diversidad de artistas globales, siendo un género que acoge a productores de diferentes países y culturas, reflejado en la variedad de plataformas de música en internet. Se especula que el término «música house» proviene del club de Chicago «The Warehouse», activo de 1977 a 1982. La pista «It’s House» de Chip E. (1985) también pudo haber contribuido a cimentar este estilo de música electrónica. Desde 1984, DJs inspirados por el éxito de «On and On» de Jesse Saunders comenzaron a producir y lanzar su propio material original. Mientras Nueva York, Washington y Miami emergían como las nuevas mecas del house en la era underground, Chicago resurgía a mediados de los noventa con una nueva generación de productores y DJs.








Estos artistas, influenciados por las historias y leyendas de sus predecesores, y con el recuerdo vivo de la época dorada del Warehouse y el Music Box, dieron nueva vida al house. Una de las tendencias más notables de este renacimiento fue la revitalización del ritmo disco, dando lugar al nacimiento del disco-house. Este subgénero, algo redundante pero distintivo, fue en parte responsable del ascenso al estrellato de Daft Punk y el movimiento del french groove. Figuras como DJ Sneak, de raíces puertorriqueñas, Gene Farris, Paul Johnson, Boo Williams y Derrick Carter, se convirtieron en los estandartes de esta corriente.



La última tendencia emergente fue el hard house, distinto del hard house británico y derivado del handbag y el hard bag, que fusionó el house clásico, el techno y los sonidos ácidos. Con el tiempo, el house comenzó a fusionarse lentamente con géneros de música bailable más comerciales, convirtiéndose en parte del repertorio de estrellas pop internacionales. Este movimiento empezó a principios de los noventa con artistas como Madonna y su éxito mundial «Vogue», que alcanzó una popularidad sin precedentes en el género. A este le siguieron más éxitos de varios artistas que, influenciados por el house, marcaron la pauta de la música bailable de la década de los 90. En paralelo, DJs de la talla de Armand Van Helden, Bob Sinclar, Roger Sánchez y Offer Nissim emergieron como figuras destacadas por derecho propio, distanciándose de la escena underground de los clubes.




Para la generación que creció con el pop de los 80 y 90, el house de los años 2000/2010 representó una evolución natural. Incluso algunos de los grupos y artistas emblemáticos de esas décadas se aventuraron en el género house, incluyendo a Depeche Mode, Pet Shop Boys y Boy George. A medida que avanzaba la década del 2000, el house ganó un lugar prominente en la cultura popular. DJs de renombre como David Guetta, Avicii, Benny Benassi, Deadmau, Calvin Harris y Tiësto, entre otros, así como la integración creciente de elementos de la música electrónica en el pop, han impulsado la popularidad del género.
En la década de 2010, este fenómeno se intensificó, especialmente en las variantes electro y progressive del EDM. Sin embargo, es importante no confundirlo, ya que la diversidad de estilos, en particular de los artistas emergentes, enriquece y expande constantemente las fronteras de este género musical.
La música electrónica gana adeptos diariamente, quienes la disfrutan desde sus orígenes. No hay mejor forma de vivirla que a través de tus álbumes, recopilaciones, mixes y maxi singles preferidos en vinilo, sobre todo si se trata de la edición original y se conserva en un buen estado.
Algunos de los discos de House más pinchados en las últimas décadas…











