
El funk es un estilo musical que surgió entre los años 1960, cuando músicos afroamericanos mezclaron soul, jazz, ritmos latinoamericanos como el mambo y R&B, creando así un nuevo tipo de música rítmica y apta para bailar. Este género minimiza la importancia de la melodía y la armonía, enfatizando en su lugar la percusión y el bajo eléctrico. Las piezas de funk generalmente se construyen sobre un vamp (una figura o patrón repetitivo) que se mantiene en un solo acorde, lo que lo diferencia del R&B y el soul, que se enfocan más en secuencias de acordes.
Muchas de las bandas más renombradas del género también interpretaron música disco y soul. El funk tuvo un papel crucial en el desarrollo tanto de la música disco como del afrobeat.
Además, los samples de funk se han empleado ampliamente en géneros como el hip hop, house y drum and bass. Incluso ha influido significativamente en el go-go. Al hablar de la historia de la música funk, es imprescindible mencionar la música dance, que ganó popularidad simultáneamente con la apertura de las primeras discotecas y la creciente demanda de un estilo musical comercial que invitara a bailar.
A pesar de ello, algunos sostienen que los primeros indicios del funk se remontan a tiempos anteriores, específicamente al año 1965, con temas como «Get Out My Life Woman» de Allen Toussaint, compositor de Nueva Orleans, interpretado por Lee Dorsey, y el exitoso «Papa’s Got a Brand New Bag» de James Brown, también de ese año. No obstante, no fue hasta 1967, con el lanzamiento de «Cold Sweat» de James Brown, que el funk se estableció de manera definitiva.
En la mitad de los años 60, James Brown perfeccionó su característico groove, dando protagonismo al downbeat y enfatizando el primer tiempo de cada compás, marcando así su distintivo ritmo en contraposición al backbeat común en la música afroamericana. Brown solía dirigir a su banda con la exclamación «on the one!» («¡en el uno!»), cambiando el énfasis musical del backbeat tradicional «uno-dos-tres-cuatro» del soul al downbeat, con un ritmo de guitarra sincopado que mantenía una nota constante y un swing repetitivo. Durante los años 70 y principios de los 80, un nuevo conjunto de músicos tomó y expandió el estilo «funk», liderados por el innovador George Clinton y sus bandas Parliament y más tarde Funkadelic.
Crearon un estilo innovador de funk fuertemente influenciado por el rock psicodélico y la integración de sonidos electrónicos. Los dos grupos compartían miembros y a menudo se les considera como una sola entidad conocida como «Parliament-Funkadelic». La popularidad de Parliament-Funkadelic originó el término «P-Funk», que se asocia con la música de las bandas de George Clinton y estableció un nuevo subgénero.





Las cajas de ritmos fueron sustituyendo el «funky drummer» del pasado y el slapping y la forma de tocar el bajo fueron reemplazadas por líneas de bajo sintetizadas. Asimismo, las letras de las canciones de funk comenzaron a cambiar, pasando de sugestivos dobles sentidos a contenido más gráfico y sexualmente explícito.
Durante la década de 1990, artistas como Me’shell Ndegeocello y el movimiento acid jazz, principalmente británico, con grupos como Brand New Heavies, Incognito, Galliano, Omar y Jamiroquai, mantuvieron vivos elementos clave del funk. No obstante, no lograron replicar el éxito comercial del funk en su época dorada, a excepción de Jamiroquai, cuyo álbum «Travelling without Moving» vendió aproximadamente 11.5 millones de copias. Paralelamente, en Australia y Nueva Zelanda, bandas que actuaban en el circuito de pubs como Supergroove, Skunkhour y The Truth, conservaron un estilo de funk más instrumental.



A principios de los años 2000, surgieron bandas de punk funk como Out Hud. El grupo indie Rilo Kiley integró sonidos funk en su canción «The Moneymaker» del álbum «Under the Blacklight». Prince revivió el sonido funk en sus álbumes más recientes con temas como «The Everlasting Now», «Musicology», «Ol’ Skool Company» y «Black Sweat». El funk también se ha fusionado con la música pop urbana y R&B, destacando entre las vocalistas femeninas Beyoncé Knowles con su éxito de 2003 «Crazy in Love» (que utiliza un sample de «Are You My Woman» de The Chi-Lites), Jennifer López en 2005 con «Get Right» (que incluye un sample del solo de Maceo Parker en «Soul Power ’74») y en una colaboración del trapero Arcángel con «Corte, porte y elegancia» de su álbum «Ares», junto a J Balvin.
El funk se ha erigido como un género esencial dentro del pop, encantando a multitudes de aficionados musicales. Numerosos fanáticos valoran este estilo profundamente y argumentan que la experiencia de disfrutar sus álbumes predilectos en vinilo es insuperable.
Dentro de los álbumes de funk más populares de las últimas décadas, existe una extensa variedad que incluye a muchos artistas destacados que han marcado la dirección de este estilo musical.












