El pasado sábado 26 de abril, una vez más, las puertas del recinto se abrían a las 17:00 h. Ya en los alrededores del Movistar Arena se podía apreciar la diversidad de edades entre los asistentes, con una media claramente más alta en comparación con otros eventos recientes. Sin embargo, no faltaba la presencia de generaciones posteriores a la década homenajeada, demostrando que la música de los 80 sigue traspasando fronteras.

Sharemusic! no solo se caracteriza por reunir a los mejores artistas en sus espectáculos, sino también por ofrecer un plus tanto a nivel técnico como musical. Tras finalizar la primera actuación, una enorme semiesfera iluminada —una auténtica discoball— descendía desde el centro superior del escenario. Lo que parecía un simple elemento decorativo se transformó en una espectacular cabina de DJ. Y en su interior, aparecieron dos figuras muy familiares… ¡The Jumper Brothers!

La pareja hizo lo que mejor sabe hacer: convertir el Movistar Arena en una auténtica discoteca ochentera. Entre actuación y actuación, repasaron algunos de los grandes éxitos de la década al más puro estilo Jumper, con energía desbordante, dinamismo y una impecable selección musical. Todo ello acompañado de un despliegue de luces y visuales que sumaban aún más fuerza al espectáculo. Que hicieron cantar y bailar sin parar a todos con clásicos de Opus, Depeche Mode, The Human League, Europe, Modern Talking, Bon Jovi, Boney M, Bonnie Tyler, Rick Astley o Alaska, entre muchos otros.

Tras el primero de los muchos bloques que nos ofrecieron The Jumper Brothers, las sorpresas no habían terminado. Hacía su aparición en escena una de las figuras musicales más influyentes de nuestro país, alguien que no solo vivió de lleno la década que allí celebrábamos, sino que fue parte esencial de ella. Con toda una vida tras un micrófono, no se nos ocurre un mejor maestro de ceremonias para la ocasión: el gran Toni Peret (Max Mix, Máquina Total, Noventeros, Children of the 80’s…). Fue él quien despidió a los Jumper y, a lo largo de la noche, se encargó de presentar a varios de los artistas que se fueron sucediendo sobre el escenario.

Y así, comenzaron a desfilar por el escenario todas y cada una de las estrellas que conformaban el cartel que agotó entradas más de nueve meses antes. Samantha Fox, Ivana Spagna, F.R. David (en formato live), Lime, Fancy, Iván, Bad Boys Blue, P. Lion, Brian Ice, Ken Laszlo, Miko Mission, Precious Wilson (de Eruption), Silver Pozzoli, Ottawan, C.C. Catch, Bananarama… Una alineación de lujo que hizo vibrar al público con cada aparición.

Y, por supuesto, llegó el momento más esperado: el cabeza de cartel. Con toda su banda en formato live, y tras superar un pequeño contratiempo técnico, subieron al escenario para ofrecernos una actuación inolvidable. Temas como «Big in Japan» marcaron el clímax de la noche, pero fue con «Forever Young» cuando el Movistar Arena se rindió por completo, poniendo el broche de oro a una velada mágica. Hablamos, cómo no, de Alphaville.